Retroalimentación

Se acaban las vacaciones de Semana Santa y hay que entrar en modo trabajo. Hoy me pongo el traje (invisible y, de hecho, inexistente) de coordinador de innovación pedagógica para hablar de feedback. Conste que prácticamente estoy estrenando el traje, así que lo que ponga aquí no debería ser tenido demasiado en cuenta. Si queréis leer a gente interesante al respecto de la evaluación y el feedback, os recomiendo al gran Domingo Chica, que dice sólo cosas que son verdad y además lo hace muy bien (sus infografías son crema).

Por cierto, que en el título del post he puesto retroalimentación, pero es para no despistar con una entrada en inglés. Esto de escribir en dos idiomas trae complicaciones inesperadas…

Te lo juro, Mari Carmen. Photo by Wynand van Poortvliet on Unsplash

Pues bien, el feedback. Qué es el feedback? Lo es todo. Es, bajo mi humilde punto de vista, la principal herramienta de aprendizaje para nuestro alumnado. Tal cual. Que hay más cosas y que están muy bien, pero sin retroalimentación, Mari Carmen, no puede ser!

Vengo pues a escribir de esto, y lo voy a hacer basándome en mi asignatura, el inglés. Creo que con algunos ejemplos podré explicar mejor lo que quiero contar hoy. Y lo voy a contar en torno a tres o cuatro conceptos (lo reconozco, mucho no he preparado este post):

  1. Feedback accionable. En inglés suena mejor: actionable feedback. Es un término que me parece muy acertado y que, básicamente, habla del tipo de feedback que ofrecemos al alumnado. 

Ejemplo con el inglés (basado en hechos reales, I’m afraid): redacción sobre un tema, entrega en un google doc a través de classroom. Bien. Usamos tecnología para facilitar la gestión del aprendizaje.

El alumnado entrega y el docente revisa cada texto. Lo devuelve diciendo: corrige lo que te he puesto en rojo y vuelve a entregar.

Si tuviera que ponerle un sonido a esta situación sería el de un coche frenando de manera brusca para no atropellar a un anciano en la Gran Vía. Esto no es una retroalimentación accionable. Más bien lo contrario. Todo lo que tiene que hacer el alumno es pasar de rojo a negro y volver a entregar la tarea. 

Cómo podemos convertir en accionable este feedback? Con comentarios al margen del documento del tipo: la introducción es mejorable, chequea la gramática, ojo a los ordenadores de discurso… También podemos incluir vínculos a materiales de consulta, para que cada alumno mejore su texto.

Esto es accionar el aprendizaje. Haces que tus alumnos hagan algo de manera autónoma, trabajen de nuevo y, en definitiva, mejoren.

El repositorio de comentarios, de Classroom, por cierto, es tu mejor amigo para este tipo de trabajo.

Una de esas cosas de las que hablan los profes americanos es: quién está haciendo la mayor parte del trabajo en mi clase? Si la respuesta es yo, algo falla, Mari Carmen. 

  1. Feedback ahora vs feedback autopsia. Este concepto se lo leí hace unas semanas a Alice Keeler. Y es crucial. También se habla a veces (yo lo hago) de feedforward, esto es, de ofrecer el feedback durante la realización de la tarea y no cuando ya está acabada. Porque, me pregunto, de qué sirve decirle a tu alumnado lo que ha hecho bien o mal si ya ha terminado el trabajo? Para la próxima vez que intente algo parecido? Se acordarán de esos consejos la próxima vez que hagan una redacción sobre lo que hicieron en las vacaciones de verano? Pues, no, Mari Carmen, no.

Y vamos al ejemplo de inglés. Yo les suelo pedir a mis alumnos (bigardos de FP) que hagan guiones para sus presentaciones orales en inglés. Suelen ser presentaciones largas, sobre aspectos técnicos (los de deportes hacen planes de entrenamientos, por ejemplo) y les suele llevar varias sesiones.
Me gusta “colarme” en sus documentos (cosa terriblemente fácil) para ver cómo va la elaboración de los guiones y ofrecer ese feedback accionable que comentaba antes (ojo con este párrafo que es demasiado largo, ojo con esta idea que no está bien desarrollada, muy bien este concepto de aquí, incluye alguna imagen….). Habitualmente el alumnado ve mis comentarios, modifica sus textos y da el comentario por cerrado. A veces comentamos directamente en el doc o en persona algún aspecto de la retroalimentación. Y eso, Mari Carmen, es hermoso.

Porque les das la oportunidad de mejorar, y de hacerlo porque quieren aprender. Nótese que aún no hay calificación aquí (hablamos luego de esto) sino, simplemente, voluntad de hacer las cosas mejor. Ah, lo de la calificación. Aquí viene:

  1. Retroalimento pero no califico. Separar el feedback de la calificación es crucial. Volvamos al ejemplo de la redacción de inglés: el alumnado entrega la tarea por Classroom, recibe un comentario diciendo: revisa lo que te he puesto en rojo (welcome to 1983) y vuelve a entregar. El alumno ve su nota: 8,5/10. 

Otro pequeño frenazo. Si has incluido la nota en el comentario, es lo único que va a ver tu alumnado. No va a revisar lo que está rojo ni en broma. Para qué? Tiene un 8,5 (o un tres, la cifra no es importante).

Y esto es especialmente cierto en los exámenes. Imagina conmigo a ese docente en su casa, hasta las tantas, revisando exámenes de inglés. Passive voice, conditionals, algo de rephrasing fresco y una pequeña redacción sobre Andy Warhol. Seis horas de correcciones, notas al margen, flechas en rojo (ojo cuidao con esto!!!) y demás mecanismos de evaluación. Y arriba del todo, bien grande, la nota.

Ahora imagina a ese alumno o alumna que recibe su examen. Ve cosas rojas por ahí (a veces más y a veces menos), que quizás habría que comprobar luego. Pero lo importante es el 6,3 que tiene arriba y a su compañero preguntando qué tal le ha ido. Ahí acaba el feedback. Todo ese trabajo por la borda.

Hay estrategias para evitar esto, como la revisión conjunta de la prueba, la coevaluación, etc… A mi se me ocurre otra: no hacer exámenes.  

  1. Doble oportunidad. Siguiendo en la línea de todo lo comentado en este post, resulta bastante natural trabajar en una doble oportunidad; esto es, un sistema en el que el alumnado puede trabajar sobre una tarea dos veces.

En la asignatura de inglés: el docente asigna la tarea (un texto, por seguir con la misma situación), el alumnado la entrega en Docs a través de Classroom. Primera entrega.

En este momento, bien justo en la entrega o también durante la creación del propio texto, el docente ofrece feedback accionable usando texto, audio o vídeo. Benditas aplicaciones de captura de pantalla, que nos permiten grabar vídeos con nuestro feedback! Jose David, ese titán, lo cuenta muy bien en su canal de YouTube. En esta primera entrega, no se califica. No hay prisa.

El alumnado recibe ese feedback, mejora su tarea (si quiere, que los hay que pasan de todo) y vuelve a entregar la tarea. Ahí el docente comprueba las mejoras, las celebra y, en todo caso, califica.

Yo suelo seguir este patrón con mis alumnos, mi bigarditos de FP, que parecen mayores y muy capaces pero que agradecen mucho el sistema. Mi jefa de estudios a veces me echa la bronca porque pongo muy buenas notas, pero luego, cuando le muestro lo que han hecho mis chiquines, se le pasa.

Sip, créeme, un resultado de todo este proceso que os cuento hoy, es que los trabajos de los chicos son buenos. Creo que es porque:

. Comprenden que el aprendizaje está por encima de la calificación

. Ven que tienen la oportunidad de mejorar

. Ven que su profe está para echarles una mano en ese aprendizaje, no para corregir y calificar. Lo de corregir, por cierto, me parece casi peor que los Pdfs

. Entienden mejor el feedback y, cuando no, preguntan qué han de hacer

A partir de aquí, creo que cada profe ha de buscar sus métodos y sus herramientas para accionar el aprendizaje a través del feedback, pero considero, honestamente, que los procesos que describo en este post son esenciales en cualquier nivel educativo y en cualquier etapa.

Por favor, como siempre os pido, comentad aquello que consideréis. Este blog está creado para fomentar el intercambio de ideas y de debates, así que sería una alegría conseguirlo.

* Soy un desastre para estas cosas. Nunca soy capaz de archivar citas de autores que me gustan y termino por cambiarlas sin citar a nadie. Espero que el mensaje se entienda, no obstante.

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